“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:18).
Un día como hoy nuestros vecinos del norte celebran el «día de acción de gracias». Esta tradición norteamericana se remonta al tiempo en el cual llegaron los primeros peregrinos al continente americano.
Las razones por las que emigraron de Europa a América son varias, entre ellas, encontrar una tierra donde pudieran practicar su fe en libertad. En ese tiempo había persecución religiosa por parte tanto del catolicismo como del protestantismo.
En nuestros países latinoamericanos hemos adoptado muchas cosas de la cultura norteamericana: la moda, el idioma, los superhéroes, algunas tradiciones..., pero nos hemos distanciado de quizás aquella con el mejor mensaje: dar gracias.
Tenemos muchas razones por las cuales debemos estar agradecidos. No solamente un día al año, sino continuamente. Hoy podemos reflexionar en si hemos tenido un espíritu de agradecimiento para con Dios. Indudablemente ha sido un año retador, con pruebas y dificultades que nos han puesto de rodillas muchas veces. Pero en todo, hemos visto la mano de Dios que nos levanta y nos alienta.
Yo quisiera hoy animarte. Tómate un tiempo para orar en agradecimiento al Señor por sus muchas bendiciones y, en especial, por la bendición de la salvación en Cristo. Hagamos eco a Pablo:
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia” (Efesios 1:3–7).
Dios les bendiga,
Pastor Emanuel